Con mucho dolor en el alma (¿o era en la espalda?)

Me duelen hasta las pestañas. Ayer por la mañana un profundo dolor me despertó al intentar, entre sueños, darme vuelta en la cama, y siguió molestándome incluso al respirar hondo o bostezar. Dicho malestar, provocado por una contractura muscular tamaño familiar (uiaaa, me salió con rima), fue el culpable de mi temprano retorno a casa y de que me la pasara vegetando el resto del día.
Y anoche, previos masajes de mi señora novia, me fui a dormir con un poco menos de dolor, pero hoy por la mañana amanecí peor y me di cuenta de que necesito urgente a una tailandesa que me camine por la espalda, mientras dos mujeres me abanican sensualmente y otra, preferentemente española o francesa, me da uvas en la boca y me susurra palabras al oído (pero me duele tanto que me conformo con que mi novia me manosee un poco la espalda). Y también necesito un nuevo colchón, uno con muchos resortes, mullidito, suave, que cuente ovejitas por mí y me haga masajes (pero me conformo con uno con muchos resortes y mullidito). Que fácil es conformarme a mí, ¿no?…
Y para que mi situación sea comprensible es que dejo este tema que generalmente provoca el dolor y desangrado de los oídos del oyente, siendo esta sensación similar a la de mi sufriente espalda. Si al oír este tema no comienzan a dolerte y/o sangrarte los oídos empezá a preocuparte seriamente: podes tener un gusto musical tan malo como el mío!