Sábado a la noche, Zen disco, unos cuantos alcoholes de más corren por la sangre de mis acompañantes y el efecto se acentúa en mi novia que parece haberse tomado hasta el agua de los pollos. Bailamos y las bebidas desinhiben a mi ya de por si desinhibida chica, quién comienza a moverse al mejor estilo de una diva de teatro de revistas sólo para hacerme poner colorada, conocedora de mis cualidades tomatísticas. En un momento, justo cuando parece ser que mi novia me confunde con un caño (hasta a ella se le pegó esa modalidad de baile) siento una mano que se posa sobre mi hombro. Me doy vuelta y me encuentro con un compañero de la facu que se había acercado a saludar. Mi compañerito de la facu es un tipo un poco más grande que yo, muy serio, a quién ya había encontrado en Zen antes. Nos ponemos a charlar:
-Hola Caro!, como estás? (me dice extendiéndome un gancia batido)
-Hola Gaby!, que sorpresa! Bien y vos?
-Bla bla, ¿bla?
- ¡bla bla!, bla
Y varios bla bla bla más tarde:
-Andás con tus amigos? –me dice
-Si, y vos?
-Vine con un par de amigos pero me dejaron en banda, son pareja
-Ah!, y vos sos hetero?
-Acá la pregunta no es esa, es ¿y vos que onda?(1) (me dice sonriendo) - y continúa diciendo -Sí soy hetero, y vos? No es la primera vez que te veo por acá…
-Y yo….
En ese momento la respuesta se hizo levemente innecesaria porque mi novia, quien pensó que un desconocido me estaba haciendo el levante,(2) se acerca al flaco y le dice:
-Elia esssstá conmnmnmnmigo flaccccco (es que estaba en pedo, por eso hablaba así).(3)
Después de lo cual me encaja un pico en la boca y lo mira como diciendo “Estás de más, rajá”.(4)
La cara del flaco fue impagable, mientras él se despanzurraba de la risa le digo a mi novia que lo conozco y ahora ella me mira con cara de “tengo demasiado alcohol encima y malinterpreto las cosas con facilidad” y se va a seguir demostrando sus grandes dotes de bailarina con el resto del grupo.
Sigo conversando con este chico y minutos más tarde, Vane, convencida de que le estaban por soplar a la novia(5), se paró a mi lado con una seriedad que espantaría hasta a un ogro, con su brazo apoyado en mi hombro y se quedó mirándolo fijamente a los ojos, hasta que en un momento parece ser que el pobre chico se sintió intimidado y optó por irse (y a tal punto llego la intimidación que cuando se despidió no sabía si darme un beso en la mejilla o darme la mano por miedo a la reacción de mi novia). Y mi novia no recuerda ni su cara amenazante, ni la cara de asustado del chico, ni que hizo un streptease en medio de la pista y después, en ropa interior, se subió al escenario, ni que se metió al baño de hombres al grito de “¡Hagan lugar que acá llego yo!”, ni que fuimos a Zen (mentira, pero total ella no se acuerda de casi nada, así que puede llegar a creer que hizo todo esto y más).
En fin, después de esto las previas se hacen con agua mineral y cafecitos…
Diccionario de cagastellano:
(1) ¿y vos que onda?: pregunta comunmente utilizada para indagar la condición sexual del interlocutor.
(2) Haciendo el levante, levantarse a alguien: intentar seducir, conquistar a alguien
(3) Estar en pedo: estar alcoholizado, borracho, también expresado usualmente en córdoba como "estar hasta las tutucas"
(4) Rajá: vete, márchate, tomate el palo
(5) Soplar a la novia: quitarle la novia a alguien, en este caso a mi novia.