viernes, abril 25, 2008

Las consecuencias de hablar de las mascotas

Lunes a la tarde. Segunda clase de la materia, entro al aula y me siento. A los pocos minutos llega la profesora y comienza a hablar. El primer día mi gaydar prácticamente no me dejó oír lo que ella decía, hoy esperaba poder escuchar un poco más, hasta que pasados unos 20 minutos del comienzo de la clase:
Compañero: (dirigiéndose hacia mí) ¡Ah!, ¡ya se de donde la conozco a esta mina!
Yo: ¿A quien?
Compañero: a la profe
Yo: ¿de donde la conoces? - digo mientras reprimo un “¿me la presentás?”
Compañero: Vivía con una mina que trabajaba conmigo
Yo: mira vos, ¡que pequeño es el mundo!

Sigo intentando prestar atención a la clase, a los pocos minutos la profesora dice algo de los perros y…

Compañero: tenían como cinco perros
Yo: (…)
Compañero: eran grandes – dice mientras con una mano marca la altura de los perros – vos vieras que lindos animales
Yo: (…)
Compañero: eran de la amiga… bah, compañera… ellas… viste... –dice mientras el tono de su voz y su mirada indican claramente que en este caso amiga y compañera son sinónimos de torta
Yo: (…)(wiiiiiiiiiiiii mental)(…)(wiiiiiiiiiiiii mental)
Después de esto, y de no poder concentrarme en toda la clase, llegué a dos conclusiones:
1) Mi gaydar no funciona tan mal como pensaba
2) Me voy a tener que cambiar de curso: esa musculosa negr… digo… profesora, me distrae demasiado y si sigo así voy a terminar recursando.

jueves, abril 17, 2008

Vdo yeta, poco uso, joya nunca taxi.

Mi pc, después de largo tiempo de agonía, me abandonó por algunos días justo cuando más la necesitaba. Eso, sumado a una serie de desafortunadas coincidencias, me hizo pensar que soy yeta*, y por cuestiones de curiosidad que escapan a cualquier explicación lógica se me ocurrió buscar la palabra en google. Grande fue mi sorpresa al encontrar entre las publicidades este resultado:

No conozco a quien sea capaz de comprar yeta, pero si hay alguien interesado, vendo la mía a un precio muy accesible y altamente negociable.

Diccionario del cagastellano:
Yeta: mala suerte que acompaña a una persona y que afecta no solo a quien la posee sino también a quienes interactúan con esa persona. El único remedio conocido hasta el momento de esta publicación para protegerse de un yetatore* es hacer cuernitos al mejor estilo rockero re heavy y re jodido.
Yetatore: persona que padece de la extraña enfermedad conocida como yeta.

viernes, abril 04, 2008

Borrón y cuenta nueva

Hace tiempo, más o menos cuando comencé el blog, encontré a una persona que llegó a mi vida para enseñarme a amar y que posteriormente se esfumó sin más. Poco tiempo después conocí a otra persona que terminó de enseñarme lo que ya había comenzado a aprender, mostrandome muchas cosas buenas, y posteriormente enseñandome que existe algo totalmente opuesto al amor (y no me refiero al odio, esa palabra no define la complejidad de ese cúmulo de sentimientos que no se acerca ni por atisbo al odio, pero que está en la dirección opuesta al amor).
Y entonces hoy, invadida por ese sentimiento e intentándolo por enésima vez pero esta vez con más certeza que nunca, me despido del pasado regalándole un soretito para que adorne su cabeza (por no decir “me cago en el pasado”) y hago un borrón de esos que casi rompen la hoja para comenzar una cuenta nueva.
Me cansé de que una puta palabra, una imagen o un sonido me hagan llorar a moco tendido por una persona que ya, para mí (y remarco el para mí), no vale la pena porque el daño que me hace su cercanía pesa más que cualquier cosa buena…

Y por eso, para dejar todo esto atrás, esta semana me compro una vida nueva* para recuperar la que perdí entre lágrimas (y cursilerias) y más vale que esté buena porque mis últimos ahorros se me van en ella…


Diccionario del cagastellano:
*comprarse una vida: expresión irónica que hace referencia a la nula vida social de una persona. Generalmente es aplicada como consejo a quienes están muy al pedo o que en apariencia no hacen nada de su vida (Ejemplo malo: che flaca, ¿tan al pedo estás que mirás esa telenovela pedorra?, ¡comprate una vida!)
*pedorra: de escasa o nula calidad.