Un día de furia

Esta semana estuvo bastante movidita. Anduve toda la semana corriendo de acá para allá y de allá para acá, trabajando, haciendo cosas de la facu, haciendo trámites y buscando un bate de béisbol.
Me recorrí muchas tiendas y no conseguí uno ni en foto, así que anoche, lamentándome el no estar en algún país en el que se practique más ese deporte, hice un cambio de planes y hoy voy a dedicar mi día a buscar un lanzallamas.
Como no puedo emular a Michael Douglas en “Un día de furia” con un bate de béisbol, lo voy a hacer con un lanzallamas, y no se preocupen alegres transeúntes cordobeses que mi ira no es generalizada, sino que todo el foco de mi enojo se encuentra en el departamento de unos vecinitos que deben ser algún tipo de engendros mutantes amorfos que carecen de fuerza suficiente como para levantar un simple papel y bajarle al portero mis facturas de gas que erróneamente son pasadas por debajo de la puerta a ellos. Y así es como estoy sin gas por segunda vez en tres períodos de facturación, porque estos “maduros” vecinos son unos chistontos bárbaros que deben disfrutar al mejor estilo de Beavies and Buthead con mi factura en la mano, a la voz de “Factura, he, hehe, gas, he, hehe”.
Afortunadamente ayer me enteré de que ellos son el motivo de mi infortunio, así que si consigo el lanzallamas hoy por la tarde voy a visitarlos para pedirles que dejen de ser tan pendejos, mientras diciendo esto enciendo el lanzallamas. Una vez encendido, y al grito de “¡¡¡Me tuvieron comiendo verduritas toda la semana, mientras ustedes degustaban exquisitos platos cocidos, ahora voy a comer cerdo asado!!!” los rostizo con una mano y con la otra saco el tenedor y el cuchillo (Nota mental: tengo que recordar llevar una servilleta también).
Y si no consigo el lanzallamas, no me va a quedar otra que golpearles la puerta y decirles: (léase con voz de camionero) “Pendejo hijo de tu buena madre, ¿vos sabes que las facturas y avisos de deuda tienen vencimiento? ¿y que si no pagás te cortan el servicio?. Pedazo de sorete con patas: ¿vos me vas a pagar las reconexiones de gas?. No seas tan idiota e inmaduro, engendro imberbe, porque la próxima vez te quemo el departamento, te quemo”, o en su defecto: (léase con mi voz) “Buenas tardes, mi nombre es Carolina, soy del dpto tanto, y se que mis facturas de gas y aviso de deuda te han estado llegando a vos, quería pedirte que la próxima vez que suceda eso la bajes al guardia o que me toques el portero de mi dpto así la vengo a buscar, ¿si?, gracias”
Mejor me tranquilizo un poco y me voy a calentar agua para el mate con mi aliento, mientras espero que me reconecten el gas…