A punto de divorciarme

He intentando de veintiún mil quichicientas formas distintas hacerle entender a mi novia que me molesta que me llame con ESE término que supera hasta a mi amplia y reconocida cursilería, pero ella no se convence de que me molesta o lo hace precisamente con el único fin de hacerme enojar y ya llegó a un punto en el que se está convirtiendo en algo traumático porque estoy empezando a tener pesadillas en donde la gente me dice así como si ese fuera mi nombre, así que o deja de llamarme de esas formas tan extrañas y desagradables o le pido el divorcio (y sé que lo estás leyendo, así que enterate nena!).
Jamás me agradaron términos como “chulifruti”, “bomboncito”, “bomboncito de chocolate”, “amorcito de dulce de leche”, “osito de miel”, “caramelito para la garganta” y cosas así. Que me digan alguna frase de esas o similares es lo mas deserotizante que hay, me dan ganas de salir corriendo y no parar hasta el día siguiente. Hasta ahora a mi señora novia se lo había perdonado por el amor que le tengo, pero la situación comenzó a tornarse insoportable desde el momento en que ella se dio cuenta de que me molesta, tal vez por mis indirectas, tales como “no me gusta que me digás así”, o “ya te dije que no me gusta que me digas así”, o “por favor dejá de decirme así”, indirectas que parece no haber entendido porque sigue haciéndolo y cada vez inventa nuevos adjetivos que superan la cursilería del anterior y baten un nuevo record en mi ascometro.
Y otra cosa que me molesta es la gente que altera el orden de las silabas, por ejemplo: para decir bombacha dicen chabomba; para decir calzoncillo dicen zolcillonca; a los pantalones les dicen lompas (¿?). Me resulta de MUY mal gusto (aunque afortunadamente a eso mi novia TODAVÍA no lo hace). En feeen, voy a buscar algo con que lavarme el cerebro y sacarme esas frases y palabras de la mente antes de que me caigan mal al estomago…