sábado, junio 09, 2007

Casi consigo nuevo trabajo

Salí del trabajo y comencé a caminar por la atestada peatonal. Los constantes tirones en el pelo fruto de los pisotones de quienes venían detrás de mí me indicaron que ya era hora de una visita a la peluquería. En un rato mis compañeros de clase llegarían a casa así que tenía que apurarme, por lo cual decidí no ir al lugar al cual usualmente acudo, y me dirigí a uno que me quedaba de paso.
Después de un corte de cabello y una nutrición que me hizo recordar cuanto odio que manos extrañas laven mi cabeza, salí a la calle, dispuesta a disfrutar del bello sol que me acompañaría en el camino a casa.
Una cuadra más allá dos hombres extranjeros se acercan y me llaman, me detengo preguntándome que querrán y es entonces cuando se identifican como empresarios de la Metro Goldwyn Mayer (MGM), me informan que están buscando gente para su empresa y que les llamé la atención y por eso se acercaron para reclutarme. En ese momento mi imaginación me trajo imágenes mías actuando a la par de estrellas como Cameron Diaz, Uma Thurman o Angelina Jolie, pero estos empresarios pretendían mucho más de mi: me querían para todas sus películas, me querían para ABSOLUTAMENTE TODAS sus películas, a mí… a una sudaquita cualunga. Feliz, contenta, con una sonrisa que prácticamente se me enganchaba en las orejas les pregunto el sueldo: una miserable miseria. Señores de la MGM: sigan manteniendo al león mal pago ese en sus presentaciones mientras yo espero a que mis enruladas melenas que desafían a la gravedad crezcan nuevamente después del crimen cometido por la peluquera, mientras tanto pareceré un leoncito, pero NO!, sigo siendo un ser humano (con un corte de pelo horripilante y un trabajo mal remunerado también, pero más peinada y con mejor sueldo que su león).
Y acá les dejo una foto de mi corte (es prácticamente como el del leoncito):

Pd: el error fue completamente mío, porque conociendo la rebelión que los cortes de pelo le provocan a mi cabello me olvidé decirle a la respetable señorita peluquera que no me lo rebajase tanto. En feeeen. GROOOOOAAAAAAAAUUUURRRR (rugido de león que quiere decir chau, para los que no entiendan lenguaje felino)
Pd2: AMO a mi nuevo corte, aunque no lo parezca.

5 comentarios:

viole dijo...

que sensacion rara cada vez que se sale de la peluquería... como de felicidad por un posible cambio y, a la vez, de tristeza por la pérdida.

Un luto feliz, se podría decir?

(y de nuevo yo, yéndome a la mierda con el tema)

Mery Lu dijo...

A mi me encanta que me laven el cabello, me peinen y todo eso. Mi peluquero es lo máximo, el hace con mi cabello lo que quiere y a mi me fascina. Besos nena.

Just a Girl dijo...

vj: En mi caso fue más feliz que luto, es más, ya me encariñé con mi nuevo look :D
mery lu que me peinen lo puedo soportar, que me corten el cabello también, pero que me laven no me gusta. :(
Besos pa las dos

Anónimo dijo...

Ah yo siempre salgo feliz de la peluqueria ... el rollo viene cuando al dia sgte, me ducho ... y mi cabello no parece tan lindo como el dia anterior ¬¬!!

Me. dijo...

es cierto lo que dice vj porque me pasó de salir casi llorando por ver los pelos en el piso... en fin... así que tenés el corte del leoncito? qué lindo! lo tuve hace poquito (si es q será algo como lo que me imagino) y es lo más porque se acomoda re fácil... así que no te gusta que te toquen la cabeza? jejejj, te hacen entrar agua a las orejas? lo peor es eso o que te impriman las huellas digitales en el cuero cabelludo con tal que el shampoo haga espuma... Bueno Caro, te dejo un beso, a ver si ponés una foto así vemos el corte. che.