Seño!: ¿puedo dibujar una corchea debajo de su falda?

Tuve un sueño que me dejó pensando: Era navidad, estaba anocheciendo y yo me encontraba camino a casa de mi abuelo porque ahí se reunía la familia, el me había dicho que iba a estar pero al llegar no vi luz y algunas personas en la vereda comentaban que no había nadie, así que me quedé allí esperando que mi abuelo volviese. De repente la puerta del garaje se abre y comienzan a salir las típicas viejas que pellizcan con sus dedos y pinchan con sus bigotes a todos los cachetes infantiles que se cruzan por su camino, cuando veo a estas personas intento escapar pero me ven y comienzan los temidos saludos. En ese momento desde la calle aparecen abrazadas algunas de mis profesoras del secundario, eran varias pero a las únicas que vi fueron a la directora y a Inés quien en realidad fue mi maestra de música en el último grado del primario, pero que en mis sueños era profesora del secundario. Al acercarse, Inés pasa su brazo por sobre mis hombros abrazándome y saludándome afectuosamente. Comenzamos a charlar y notaba por su mirada que yo le gustaba y a mi me gustaba sentirla tan cerca. En un momento empezamos a bailar un lento, ella me tomo por la cintura apoyando su cuerpo contra el mío y me llevó hasta una galería que estaba en una casa vecina. Una vez allí yo sentía miedo porque mis familiares estaban a metros y podían vernos, pero aún así dejé que me besara. Desafortunadamente en ese momento desperté pero el sueño quedó dando vueltas en mi cabeza.
Me levanté y busqué las fotos de fin de curso, y ahí estaba ella con su pelo corto enrulado, con su brazo reposando sobre mis hombros y sonriendo inmóvil con una mirada mucho más inocente que la que tenía en mi sueño. Hacia mucho tiempo que no pensaba en mi época de escolar, pero esto me hizo recordar mi último grado en la primaria con esa maestra de música que me encantaba, que tenia una forma de ser adorable, con un carisma increíble y una magia muy particular. Y comencé a cuestionarme si esa “admiración” que sentía podría haber sido algo más que simple admiración.... ¿14 años me llevó cuestionarme esto? ¡Un psicólogo por acá, por favor!