miércoles, septiembre 13, 2006

Recuerdos de un pasado no tan lejano

Haberme olvidado la campera en su casa fue un acierto. Puede ser buena idea dejar algún objeto cuando quedan cosas pendientes de concretar, porque de esa forma hay una excusa perfecta para volver a ver a esa persona sin que pase demasiado tiempo y las cosas se enfríen.
Fui por la tardecita a buscar mi abrigo, toque a la puerta y tras una corta espera ella me abrió, entré y apenas cerró la puerta se acerco a mí y me besó. La verdad es que eso es lo que quería, pero la situación me tomó completamente por sorpresa y de ser una cazadora pase a ser una simple liebre perseguida (aunque debo confesar que me encanta sentirme liebre). Me separé de ella y le pregunté si no estaba su familia, a lo que tranquilamente respondió que estaban en la habitación contigua viendo TV, como si no fuese problema el que sus padres entraran a esa habitación y encontraran a su hija tranzando con otra mujer. Y es que supuestamente para todo el mundo hasta ese momento ella era hetero, aunque cuando llegamos a su cuarto me demostró lo contrario... Como diría un amigo mío: “hoy en día desconfío de la heterosexualidad de todo el mundo”

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