miércoles, febrero 06, 2008

De encuentros y otras hierbas

Me encontré con Lau, una vieja amiga que conocí en mis primeros años en Córdoba y a la que hacía más de 6 meses que no veía. Ella estaba de novia y al igual que yo, cortó hace poco tiempo. Y para festejar nuestra soltería (o más bien lamentar nuestros infortunios amorosos) decidimos tomarnos una cerveza mientras nos poníamos al día con nuestras historias.
Como había pasado tanto tiempo sin vernos, esa cerveza se convirtió en varias más y no se si paramos de charlar porque terminamos de ponernos al día o porque ya al final no podíamos articular palabra y no recordábamos ni nuestros nombres…
Me desperté a las 11:30 de la mañana, tirada en un colchón en el piso, con un pie sin zapatilla y en el otro la zapatilla puesta y el pantalón arremangado hasta la rodilla, mientras Lau, durmiendo sentada un poco más arriba, en el sillón que estaba al lado del colchón, reposaba sus hermosas y refinadas pezuñas descalzas sobre mi espalda.
En la mesa lo único visible era un cementerio de botellas que estaba como prueba de todo lo que habíamos tomado y un celular que se había cansado de sonar pero que no fue escuchado.
Me parece que en estos días vamos a tener que encontrarnos a revivir la charla para poder cubrir esos espacios en blanco que me quedaron en lo que me contó...

2 comentarios:

La Oveja dijo...

a veces no es tan bueno enterarse de lo que la memoria borracha insiste en olvidar...

yiya dijo...

Hola hace un tiempo que leo tu blog y la verdad es que me gusta mucho... Si no te molesta me gustaria ponerlo en el mio como favorito...
Besos