lunes, septiembre 25, 2006

Sabado a la noche otra vez.

En un post anterior comente que había quedado una cena pendiente con Vane (la chica que me gusta), a principio de la semana pasada se lo recordé en el MSN y justo en ese momento, tras intercambiar unas palabras que me sonaron evasivas me dijo que se tenia que ir y se desconecto. En ese momento di por sentado que mi nuevo apodo sería “scarface” por el tremendo corte de rostro que me pegó, pero no… El jueves, como hacia varios días que no me conectaba al MSN, me llamó por teléfono. Estuvimos hablando lo típico: como andás? Bien? Yo también, que tal la Facu?, como andan tus cosas?, bla bla bla (no me gusta hablar por teléfono, sí… ya sé… muy friki lo mío, pero prefiero el face to face, una conversación de mas de 2 minutos con esos aparatos para mi es un suplicio). La cuestión es que tras un rato surgió lo de la cena, esta vez no porque yo lo dijese sino porque ella lo “recordó”. Quedamos en encontrarnos ayer sábado a las 20:30, ella venía para casa y traía todo para cocinar (quería sorprenderme con algo especial supuestamente, la única pista que me tiró fue que tipo de vino podía comprar) y después de cenar el plan era ver una peli o unos capítulos de The L Word, algo tranqui.
Finalmente llegó el sábado por la noche, y junto con la noche llegaron mis nervios. Tras revisar dos o tres veces cada prenda en busca de etiquetas de precio me fui a bañar (una vez puede pasar pero dos sería demasiado, así que antes de ponerme algo lo reviso aunque dicha prenda ya esté desteñida por el uso). Sonó el portero justo cuando estaba terminando de arreglarme, atendí y del otro lado una voz me dijo:
-Caro? -“caramba!”, pensé, “la última vez que la vi no tenía voz tan gruesa, tanto distorsionará el portero o me enamore de un trava y no me di cuenta?”, y prosiguió: soy Pablo, ahí me abre el guardia.
Hacía siglos que no lo veía, él es uno de los pocos amigos que aun no saben que soy gay y justo, de las 365 noches que tiene el año, se le ocurrió pasar por ahí ESA noche y a ESA hora, y para colmo el guardia, que lo vio solo una par de veces en su vida y que de pedo me reconoce a mí, lo reconoce y le abre la puerta...
Hablamos unos minutos y le inventé una excusa del tipo “una amiga esta mal, viene ahora para hablar porque a su hermana menor la raptaron los ovnis y un extraterrestre degenerado la dejó embarazada. Seguramente no se le va a notar que esta mal porque los marcianos estos la tienen amenazada y por eso tiene que hacerse la que esta todo bien, para que no la dejen embarazada a ella también, y vos viste lo jodido que es tener hijos verdes en primavera, no?...” No me creyó, pero no importa. Se fue apenas sonó el portero nuevamente con previa promesa mía de que al día siguiente lo iba a ir a visitar para charlar un rato. Y cuando se cerró la puerta del ascensor detrás de él respire tranquila... pero eso me duro poco: ella subiría en segundos, y pensarlo fue un imán para los nervios que rápidamente volvieron a acosarme…

domingo, septiembre 17, 2006

Viernes en Zen Disco

El viernes fui a Zen. Como siempre, nos juntamos en casa de Alex para la previa a las 23 y tras charlar, bailar un rato, tomar frizze, vodka con speed y fernet con coca partimos para el boliche. Cuando llegamos había muy poca gente, fuimos temprano porque teníamos free pass que solo son validos hasta las 2 AM así que a la 1:30 aproximadamente ya estábamos tomando un taxi desde el centro hasta la maricoteca. Una vez adentro nos dimos con que el dj se había olvidado de que trabaja en un boliche, porque ni música había. El volumen era realmente bajo, y lo que alcanzaba a oírse APESTABA. El boliche está muy bueno y la estructura esta bárbara, pero la verdad es que este viernes la música dio asco!. No digo que porque a mi no me guste a nadie le tiene que gustar, pero no entiendo como el dj insiste en poner temas que ve que la gente no baila, que muy pocos se mueven. A eso de las 3:30 ya se empezó a armar, y para ese entonces nosotros ya nos habíamos tomado un dr. Lemon con vodka, y un pronto, y estábamos dirigiéndonos a la barra para comprar un vodka con speed grande. Más allá de mis criticas al boliche la pase muy bien, había bastante gente (lo normal para los viernes y mucho mejor que los sabados que no se puede ni caminar de lo lleno que está) y bailamos toda la noche con mis amigos.
Anécdota graciosa/vergonzosa: Un tipo que estaba bailando atrás mío me toca la espalda y me dice:
- disculpá, es un segundo – mientras tironeaba la parte de atrás del cuello de mi remera.
Lo miro con mi mejor cara de “no entiendo nada”, pronta a cambiar por cara de “que hacés?, desubicado!”, en eso el tipo saca su mano de mi cuello y me da un papel:
Miro el papel… no lo puedo creer… lo miro de nuevo… que gran b…
-Noooo!!!, porque me sacaste el precio! Y ahora como hago para que se sepa que estoy disponible! – le dije mientras doblaba el precio de mi remera con una mano y con la otra me persignaba rogando por que se abriese la pista en dos y que la tierra me tragase
La cuestión es que me puse esa remera nueva para ver que tal me quedaba (la tipica "y que me pongo esta noche?"), y después, con el apuro porque llegaba tarde, me olvide de que no le había sacado la etiqueta con el precio… por favor, que vergüenza que pasé…
En fin… me voy a estudiar…

jueves, septiembre 14, 2006

Y ahora que hago... que hago?????

Anoche la mujer que esta presente casi todo el tiempo en mi cabeza me invito a cenar, una cena en casa, tranqui, con la promesa de que va a cocinar. No puedo evitar hacerme la cabeza con eso, pero no se que pensar. Ella esta saliendo de una relación complicada, esta enamorada todavía, y si bien en un momento me dijo que yo le gustaba no se que pensar ahora, como lo dije en un post anterior. A decir verdad me encantaría que la cena se concrete, pero tengo miedo de que mis expectativas no sean las mismas que las de ella. Me gusta demasiado, y me muero por abrazarla y besarla, por decirle todo lo que se me cruza por la cabeza, por intentar algo con ella, pero tengo miedo de rebotar como una pelotita de ping pong, con la excusa de “sos una muy buena mina, pero en este momento necesito estar sola” o “te veo como a una amiga” o alguna excusa de esas que se usan para ocultar un simple y llano “no me gustas”. Hace un tiempo nos encontramos durante unos minutos en la calle, ella estaba con unos amigos en un pub, yo pasaba por ahí y me recibió con un abrazo de oso que me sorprendió muy gratamente y que me dejo sin reacción, y es que sí… cuando alguien me gusta demasiado, como en este caso, me congelo como una idiota. Charlamos durante unos minutos, miradas van, miradas vienen, abrazo nuevamente, mi mano sobre su cintura y un chau. Me encanta su forma de ser, su mirada, su sonrisa, su pelo, pero mis expectativas se van por el piso cuando me habla de su ex, y es ahí cuando más dudo. Espero que lo de la cena se de pronto para poder saber que pasa, no pienso quedarme toda la vida esperando por algo que no se si puede ser (pero que me trae como una idiota y no me deja pensar en otra cosa), en este momento necesito a alguien con quien compartir cosas, necesito alguien que me abrace, que me mime y a quien abrazar y mimar, siento ese vacío que no es tan fácil de llenar y que creo que se llama soledad… Por otra parte Andy quedo en pasar por casa para buscar unas cosas que me prestó, en un par de ocasiones sutilmente me dejo entrever que quiere algo mas, pero no se, no me convence mucho, lo que ella busca no es lo que yo quiero: ya me canse de la pendejada, quiero algo serio con alguien que sepa lo que quiere, y Andy no tiene nada en claro. Nunca tuvo una experiencia con una mujer, esta buscando “sacarse la duda”, experimentar cosas nuevas, “cumplir fantasías” (sic) y acá viene la típica “sos una muy buena mina, pero no estoy pasando por un buen momento y prefiero que seamos amigas, me caes muy bien” para explicarle en pocas palabras y sin quedar tan mal que no me gusta tanto como para que pase algo y arriesgar todo lo que hay de por medio. Si ella al menos se aclarase a si misma lo que quiere, pero no… dice que es solo “cumplir fantasías”, y eso por el momento no me convence demasiado. No quiero terminarme metiendo con alguien que después se da cuenta de que esto no es lo suyo, de que no soy lo que quiere, o que yo me de cuenta de que no es lo que quiero, y de que fue un momento de calentura solamente… En fin, el tiempo y el fin de semana dirán (si es que este fin de semana puedo salir y no tengo que quedarme estudiando, porque se me vienen los parciales encima y me falta un montón todavía)… En fin, esto no es para mi, me parece que me vuelvo hetero (JA, ojalá fuera tan fácil, CUACK)

miércoles, septiembre 13, 2006

Recuerdos de un pasado no tan lejano

Haberme olvidado la campera en su casa fue un acierto. Puede ser buena idea dejar algún objeto cuando quedan cosas pendientes de concretar, porque de esa forma hay una excusa perfecta para volver a ver a esa persona sin que pase demasiado tiempo y las cosas se enfríen.
Fui por la tardecita a buscar mi abrigo, toque a la puerta y tras una corta espera ella me abrió, entré y apenas cerró la puerta se acerco a mí y me besó. La verdad es que eso es lo que quería, pero la situación me tomó completamente por sorpresa y de ser una cazadora pase a ser una simple liebre perseguida (aunque debo confesar que me encanta sentirme liebre). Me separé de ella y le pregunté si no estaba su familia, a lo que tranquilamente respondió que estaban en la habitación contigua viendo TV, como si no fuese problema el que sus padres entraran a esa habitación y encontraran a su hija tranzando con otra mujer. Y es que supuestamente para todo el mundo hasta ese momento ella era hetero, aunque cuando llegamos a su cuarto me demostró lo contrario... Como diría un amigo mío: “hoy en día desconfío de la heterosexualidad de todo el mundo”

domingo, septiembre 10, 2006

A la pileta que se viene el verano!

Hace ya meses tengo en mi mente a una persona que se ha vuelto recurrente en mis pensamientos, y sobre todo en mi MSN. La conocí hace mucho tiempo y mi situación personal y mi estupidez me hicieron rechazarla en el momento en que a ella le pasaba algo conmigo y, como siempre pasa en estos casos y respetando a las leyes de Murphy, ahora ella me gusta demasiado pero ya no me da bola. Me encantaría poder volver el tiempo atrás y saber que hubiera pasado si en ese momento le hubiera dicho que sí, si me hubiera animado a tirarme a la pileta con la poquita agua que había, total no estaba saltando desde tan alto y más que romperme la cabeza contra el fondo no iba a hacer, después de todo no seria la primera vez que me pasa... aunque pensándolo bien posiblemente ese sea el motivo por el cual no lo hice: ya me paso antes, sufrí demasiado y me costo mucho superarlo y volver a estar bien. Pero que se le va a hacer, tengo que aprender a enfrentar mis miedos... alguna vez la pileta seguirá llena, o en su defecto fabricarán piletas con fondo acolchado para amortiguar las caídas…